martes, 13 de octubre de 2015

Sapkowski y los relatos

A nadie le sorprenderá a estas horas que me guste hablar de Sapkowski, lo considero uno de los más grandes de nuestra época, quizás hasta más grande que pesos pesados como Sanderson. Cuando estaba reseñando el último libro que me leí de él me quedé como con ganas de contaros más, además de discurrir sobre el tema de los compendios de relatos cortos. 

Yo no soy de relatos cortos, quizás sea porque las veces que lo he intentado no ha conseguido atraparme, o puede que simplemente yo no sea el público objetivo de este producto. Con Camino sin Retorno me pasó algo parecido, me quedaba encallado cuando acababa de leerme un relato, la idea de empezar algo nuevo y diferente puede que a algunos les haga gracia, a mí me da pereza. Ojo, disfruto como el que más a la hora de elegir el siguiente libro que toca leer, pero si en el mismo libro tengo diferentes relatos que hablan de temas tan dispares como este... pues me cansa y me da pereza leer.

A pesar de eso, como dije hace un mes, quiero cumplir mi promesa de leer un libro al mes, que tampoco es tanto. Así que decidido seguí leyendo y pude vislumbrar las razones por las que a la gente le interesa y gusta leer libros de relatos cortos. Cada veinte o treinta páginas tienes la misma sensación -en versión reducida- de la decisión de empezar libro nuevo, Además en este caso concreto me fui encontrando con relatos sorprendentes, historias frescas y rápidas sobre guerras, Alicias en un país no tan de maravillas y músicos de Bremen que protegían a la humanidad de las peligrosas bestias de más allá del velo.

Total, Sapkowski es un gran escritor de relatos, pero a pesar de eso sigo prefiriendo las historias largas, con sus arcos narrativos grandes y pequeños, sus personajes bien definidos y un ambiente dinámico pero sólido.

Disculpad que la semana pasada no escribiera en el blog, intentaré que no vuelva a pasar.
Paz.

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